martes, 6 de noviembre de 2012

Historia de Portugal siglo XX:


DEBIDO A LA LECTURA DE TEXTOS RELACIONADOS CON PORTUGAL EN EL PROGRAMA DE TERTULIA OS VAMOS A PASAR ALGO DE INFORMACIÓN SOBRE ESTE PAÍS EN DIFERENTES ENTRADAS. ESPERAMOS QUE OS INTERESEN.
Caída de la monarquía:
La mala administración, la corrupción y la falta de voluntad de reforma conducen a la caída de la monarquía. Se produce un levantamiento ideológicamente republicano y dirigido por oficiales de la marina y del ejército. El rey Carlos I (1889-1908) asiste al crecimiento de la oposición republicana, la carencia de industria y la baja producción agrícola que apenas mantiene a una población de 4 millones. Los intelectuales más relevantes se alinean en su contra (Arriaga, Teófilo Braga, Bernardino Machado, Sidonio Paes). El 1 de febrero de 1908 son asesinados el rey y el príncipe heredero Luis Felipe. Manuel II conserva al dictatorial primer ministro João Franco, que concede a los trabajadores descanso dominical y pensiones de invalidez y jubilación. Las elecciones del 28 de agosto de 1910 dan una abrumadora mayoría republicana. En la lucha con regimientos leales a la corona mueren cerca de 100 soldados.
República (5 octubre 1910):
El gobierno revolucionario proclama la república (5 octubre). Declara la abolición de la nobleza y la secularización de los monasterios. La dinastía Braganza, en el gobierno desde 1641, es desterrada del país y Manuel II huye a Gibraltar. El erudito Joaquim Teófilo Fernandes Braga toma posesión del cargo de primer ministro y es elegido presidente del estado (15 octubre). Se establecen libertades democráticas y la condición legal familiar de las mujeres se iguala a la de los hombres. Se produce la separación entre Iglesia y estado. A pesar de la gran altura de los personajes que a través de la política buscan la estabilización, ésta no se consigue. Las constantes tensiones internas habían impedido un reforzamiento de la nueva forma de estado. La rivalidad entre partidos, a menudo implacable, así como la constante agitación antigubernamental de los círculos monárquicos y de la derecha habían puesto a menudo a la república al borde de la ruptura. A ello había que añadir el constante empeoramiento de la situación económica de un país eminentemente agrícola. El déficit interior aumentaba de forma dramática.
Entrada en la Primera Guerra Mundial (1917):
El Partido Democrático defendía la entrada de Portugal en el conflicto. El argumento más utilizado fue que aquella era la única vía para defender las colonias; se sabía que en 1913 había estado preparado para la firma un pacto secreto entre Inglaterra y Alemania por el cual ambas potencias se dividían el ultramar portugués, en dos partes iguales. La guerra había dejado en suspenso su ejecución, pero el vencedor, independientemente de quien fuese, había de quedarse con las do mitades. Además de esta razón existía el deseo de alinear al país en el contexto europeo, lo que era necesario, según se pensaba, para el progreso nacional. Pero en la base de los debates había irreductibles elementos ideológicos: las izquierdas estaban a favor de los aliados, que decían representar la causa de la libertad, las derechas estaban a favor de los alemanes, que se indentificaban con la autoridad y el orden. La implantación popular del Partido Democrático era tan fuerte que el proyecto de entrar en una guerra en el extranjero no provocó grandes resistencias. Las dificultades a vencer fueron más externas que internas: Inglaterra no atmitía que Portugal invocase la alianza inglesa como motivo para su entrada en la guerra. Si Portugal quería entrar en la guerra debía ser por su propia cuenta, no a causa de la alianza. El asunto se resolvió en 1916 con el apresamiento de unos barcos alemanes. Al comenzar la guerra, cerca de setenta naves mercantes alemanas, sorprendidas en alta mar, fueron a refugiarse al Tajo, puerto neutral, donde contaban con escapar del apresamiento por parte de la escuadra inglesa, pero Inglaterra tuvo necesidad de barcos y pidió a Portugal que se apoderase de ellos para ponerlos a su servicio. Así se hizo y, tal y como se esperaba, Alemania declaró la guerra. Dos divisiones con cincuenta y cinco mil hombres fueron enviadas a Francia a principios de 1917, y allí se mantuvieron hasta el armisticio, en noviembre de 1918. otras fuerzas fueron enviadas a Angola y Mozambique, que tenían fronteras con colonias alemanas, y fueron invadidas; la guerra tomó en aquellas tierras aspectos más graves para Portugal, con cerca de cinco mil muertos. Aquello dio a los portugueses el derecho a estar con los vencedores en la conferencia de paz, y obtener el reconocimiento de sus posesiones africanas, además de compartir las fuertes indemnizaciones de guerra (las reparaciones) que los alemanes tuvieron que pagar a los aliados. 

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