Ha
brotado toda su rebeldía infinita…, las aguas que bañan el Cantábrico han
desatado su enojo, arrasando con todo a su paso, arañando costas y destruyendo
todas las barreras que el hombre coloca, para obstaculizar su avanzada impiadosa.
Los
lugareños observan con asombro y pena la destrucción, tratando de hacer memoria,
en que momento de sus vidas, vieron algo parecido, muchos de ellos no lo han
visto jamás.
Los
vemos en muchos sitios, donde la naturaleza se defiende de los ataques del hombre.
El
mar busca su lugar perdido, costas superpobladas sin medida, contaminación y
calentamiento global.
Especímenes,
que están en franco retroceso a causa de los deshielos y ascenso de la
temperatura del agua.
En
Argentina, sobre el mar Atlántico se encuentra: punta Tombo, una de las mayores
pingüineras de la Patagonia, provincia de Chubut.
Se
ha denunciado, la merma constante de sus crías y mortalidad de los pichones,
por causa del calentamiento global.
Se
producen además tormentas más severas que hacen que las crías resulten más vulnerables,
en las castigadas costas.
Estaremos
tomando la debida conciencia de estos desastres naturales, tal vez demasiado poco….
NORA.
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