La Semana Santa se celebra en España, también en Roma y Sur de América, sin pasión de patria,
pero la que tiene más fama es la española a nivel mundial, creo que también es la más antigua.
Que emotiva palabra conmemorada desde siglos. Las hay para todos los
gustos austeras y esplendorosas, pero todas con el mismo fin: acercarnos
a Dios con nuestras cargas de faltas y arrepentimiento en el recuerdo de
su pasión, ¿ se conseguirá ? En tiempos antiguos eran la cuaresma y la semana
santa de una austeridad espartana, se suspendían todos los
programas de entretenimiento en la radio, entonces no existía televisión, solo
se escuchaba música sacra o clásica, se cerraba todo centro de
recreo y los lupanares, por eso se decía jocosamente pasan más hambre que las……..
en cuaresma.
Por mi edad he podido ver varias Semanas Santas personalmente y otras en la
televisión, cito algunas de las que más me impactaron.
En la comarca de Aliste, (Zamora ) desde hace seis siglos ha sido de gran austeridad,
las gentes del pueblo se vestían de saco para las procesiones
diarias y hacían el calvario con el Vía Crucis hacia la montaña descalzos
y arrastrando cruces de madera y cadenas, según su penitencia o dolor de sus
corazones.
Posteriormente se formó una cofradía de hombres que aún perdura, llevan
capas de pastor pardas, y en los días santos visten de sudario acompañando al
señor en su pasión y muerte. No son reconocidos pues llevan cabeza y caras
tapadas,
Pero el dolor que sufren y su arrepentimiento se trasmite,
dan gracias por los favores recibidos y humildemente suplican al señor
escuche sus peticiones, prometiéndole el amor y caridad a sus semejantes, yo
lloraba al ver su dolor, el de nuestro señor crucificado y el de su santísima
madre.
Con tanto dolor y arrepentimiento, ¡ qué pena que cada día no sea Semana Santa
!
Mi pueblo es muy humilde, y su Semana Santa como todas muy triste y emotiva,
teníamos el orgullo de tener un monumento grandioso que no existía en muchos kilómetros
a la redonda, envidia de otras parroquias, se componía de tres paneles de
madera y tela pintada representado la semana santa en todas sus fases
desde el techo hasta el suelo, ocupaba la mitad del centro de la iglesia
y en el centro del panel tenia arcos como puertas para poder pasar y
llegar a la urna donde estaba el cordero divino, por lo viejo que estaba dataría
de siglos.
Bien pues mi primera experiencia fue terrible, mi madre no me dejaba
asistir a los oficios de noche, solo de día por sus consecuencias, la cuaresma
ya transcurría triste, la gente se saludaba en silencio, preparándose para la
triste y dolorosa Semana Santa.
Al fin llegó y con ella mi primera experiencia de noche de tinieblas, que
horror, el primer panel del monumento ya me tenía un poco asustada, había un judío
con cara de muy malo, eso me parecía a mí, tirando de una cuerda atada al
cuello de Cristo que me daba muy mala espina, empezaron los oficios y
pusieron un palo en el centro que yo no había visto nunca se llama tenebrario
con un final en triangulo que llevaba quince velas. Cada vez que se terminaban
unos larguísimos rezos se apagaba una vela (entonces no teníamos luz eléctrica)
solo velas individuales, que se dejaron de encender, cuando se apagó la catorce
del tenebrario, la quince quedaba encendida representaba la luz de Cristo, se
guardaba.,
Entonces horror, un ruido espantoso de carracas, matracas y otros
utensilios de hacer ruido, yo pensé que la iglesia se venía encima, según dice
un historiador es el grito que da la tierra a la muerte de Jesús, así
estaban unos minutos luego, paraba un poco y se repetía, salí
enferma, esa fue mi primera experiencia de la pasión del señor, dolorosa y terrible,
pero las siguientes fueron tristes y respetuosas.
Solo nos queda una pena de todo ello el ilustrísimo señor obispo cuando vio
nuestro hermoso monumento pensó:” una reliquia de tanto valor ¿ en un
pueblo tan humilde ?” se lo pidió al párroco y en contra de la opinión del
pueblo, se lo llevó, luego se supo que lo vendió a algún anticuario.
Hizo
bien así, nos quitó nuestra vanidad y orgullo de Semana Santa, un pueblo
tan humilde no debe tener orgullo......
Son notables y grandiosas las que vemos en la tele por sus imágenes
y devoción, son visitadas por muchos forasteros venidos de todo el mundo,
como las de Sevilla Zamora y Málaga, tuve la suerte de ver la de
Valladolid llamaba la atención por su piedad y respeto, detrás de cada paso les
acompañaba una banda de música así como las autoridades correspondientes y el
cuerpo docente de las universidades con sus rectores al frente, magnifica, la
de Sevilla debe de ser tan solemne que estremece de pasión, nunca mejor dicha
la palabra, con unos pasos e imágenes tan reales en su dolor y sus
hermosas y desgarradas saetas que no puedes contener el llanto, es
un patrimonio y riqueza que poseemos, Dios quiera que la crisis no nos la
quite, que por desgracia ya nos la estropea muchas veces el tiempo.
La que si he tenido la suerte de ver varios años es la de Palma de Mallorca,
sensacional, de siglos, sus imágenes son tan hermosas y solemnes que conmueven
empezando por el Cristo de la sangre venerado por el pueblo mallorquín,
enfermos y pescadores, al que se le hacían magnificas ofrendas con fervoroso
amor. Son muchas las imágenes y grande la devoción. También hay una réplica
exacta de la virgen de la Esperanza, donada por doña Leonor Sencillo de Mar, (millonario
de Mallorca) todo el paso es de
plata, así como los cofrades con sus hachones rematados en plata fina, su cara
muestra tal dolor que es imposible resistirse al llanto.
Esta imagen por desgracia tiene su triste historia la muerte de uno de sus
costaleros empujando el paso, Raquel Pla.
La procesión sale de la iglesia del Cristo de la Sangre sobre las cuatro de
la tarde y seguida de sus penitentes, acompañamientos de sus cofrades y música,
llega a catedral de madrugada, que piedad y que dolor en esos días.
Lástima que en el pasado, tanto amor y dolor, no les impedía hacer los
terribles AUTOS DE FE...mis Semanas Santas son así. Esto es real como la vida
misma. Paquita.
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