En este tiempo que estamos transitando, siglo veintiuno, en donde hay
avances en todo orden y de continuo, aun nos produce asombro por distintos
eventos logrados. Sin embargo en el otro extremo, 800 millones de personas, en
la mayoría mujeres y niñas sufren la peor segregación que existe, la alfabetización total o parcial.
Hay cuatro pilares que son
indispensables para el bienestar de las personas, alimento, salud, vivienda y
educación, con cualquiera de ellas que falte se produce el desequilibrio, con
graves consecuencias. Hemos asistido en estos días a unas secuencias que
parecen una mala película, violencia extrema hacia una niña, Malala... que ha
salvado su vida de milagro y su gran delito fue que desde los once años, hoy
tiene catorce, llevar la bandera de la educación, como algo necesario e
importante para las niñas especialmente,
por sentirse desplazadas de continuo en su país. Este hecho lamentable, ha
tenido un efecto rebote en las niñas y mujeres de su comunidad, han salido a la
calle, avalando los deseos de Malala y enfrentando miedos y presiones del
fanatismo sin razón. Es de desear que esta niña salve su vida y continúe en la
lucha, pero quizá ya no esté sola.
Una persona que mucho sabía de educación Paulo Freire dijo " la
educación no cambia el mundo, cambia las personas que van a cambiar el
mundo". Es una frase muy inteligente y cierta que debe ser difundida
seriamente, como un himno. Así en un futuro, el fanatismo, sin razón de ser,
pueda ser erradicado, por medio de ideas simples y concretas, sabiendo que la educación
hace avanzar a los pueblos y equipara la desigualdad.
Nora .
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