Julen era un buen alumno del círculo de Zarautz. Lo conocí
hace dos cursos, en la excursión a París. Se le veía tocadillo, pero su ánimo
superaba todo lo que le comía por dentro. A lo largo de su vida ha demostrado
su espíritu luchador y su fuerza para salir adelante. Ahora doy gracias a esta
vida por haberme dado la oportunidad de conocer a un tipo como Julen.
Gracias a la vida, decía, pero gracias a ti, Julen, por
demostrar que a veces merece la pena ser de la especie humana. Siempre te recordaremos,
te recordaré con gran cariño y como modelo de alumno, de compañero, de amigo y
en definitiva de persona. Eskerrik asko JULEN . Descansa en paz.
Eulogio.
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