Durante todo el año pasado, se han visto cubiertas las calles de distintos colores.
Multitudes de gente, sin consignas políticas ni banderías partidarias, sólo
llevando en su cuerpo un determinado color ya sea blanco, rojo, verde, azul,
negro y otros, defendiendo lo que ellos sienten que nadie defiende, sus puestos
laborales. Salud, educación y justicia, cada uno de ellos grandes protagonistas
de las calles.
Además han tomado conciencia que los políticos,
es sus puestos de trabajo, se dedican a la retórica de palabras huecas y
normalmente no solucionan los problemas reales de la gente de a pié.
Se dice que la política es el arte de lo
posible, pero las personas no lo perciben así.
Por esa razón se arman grandes multitudes,
cuya identificación es un determinado color, que enarbolan con fuerza y determinación,
dándose ánimo entre sí al sentirse huérfanos del estado, pero con su fortaleza
hermanada en un determinado color que defienden decididamente en cuerpo y alma.
Muchas cosa cambian, pero el espíritu de
lucha del hombre es indetenible e insobornable y normalmente cada sector
continúa sin bajar los brazos en esta lucha, que pretenden ganar.
Nora
EN LAS
TARDES TRANQUILAS, CUANDO EXTRAÑO TODO
PIENSO
QUE TODO NO ES LO QUE PERDÍ,
UNA ROSA
DE FE.
Y AÚN A
COSTA DE PERDER SE PIERDE, PERO SE GANA
LA LUCHA
ES DE IGUAL A IGUAL CONTRA UNO MISMO Y ESO ES GANAR
NO TE PARES,
NO TE MATES
SÓLO ES
UNA FORMA MÁS DE DEMORARSE.
ADRÍAN BONIZIO.
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