lunes, 13 de mayo de 2013

EN EL DÍA DE LA MADRE


Estamos en el mes de mayo el mes de las flores, y de la  la madre, de todas las madres del mundo, y no quisiera seguir sin felicitarlas a todas en este día, y dedicarles mi cuento.
Creo que nunca les agradecemos lo suficiente lo que les debemos. Nos dan la vida, y la protegen hasta que las fuerzas se lo permiten, luego quedan a merced de nuestro amor o desamor según.....¿pero alguno-a le ha dado las gracias por lo que ha recibido? Somos como un pozo sin fondo, recibimos como si tuviéramos todos los derechos y ninguna obligación, ni entonces ni al final de sus agotadas existencias.
Yo, al menos no recuerdo haberlo hecho directamente, aprovecho desde aquí para hacerlo, y decirle gracias, mil gracias por ser mi   Madre.

                                   ”LIRIOS SILVESTRES "    CUENTO.
En Castilla tenían la costumbre cuando yo era niña de llevar flores a la virgen, supongo que seguirán haciéndolo Cada cuatro días un grupo de tres niñas del colegio las llevaban y renovaban, según sorteo. A Carmina también le tocó, y desde ese momento los nervios la tenían fuera de sí ¿cómo podría  hacerlo?

En ese mes en el pueblo había  lilas, rosas, saúco y clavellinas  preciosas, pero quien las tuviera, ellos no tenían jardín, ni huertas anexas a la casa ,ni flores.
Su madre viuda, bastante tenía con sacar adelante a sus hijos con su trabajo que no era poco, para pensar en huertos o en jardines. ¿Cómo podía Carmina pedirle tal cosa? y pedirlas a alguna conocida era como pedir en aquel tiempo  mil pesetas.  A sus diez años no sabia  que  hacer no quería molestar a su madre con su problema que ya tenía suficientes, pero tampoco quería quedar en ridículo con sus compañeras y con la maestra, así que al final habló con su madre y le dijo: "mamá yo ya sé que es imposible pero si me lo permites ese día finjo estar enferma y no voy a la escuela ", "de ninguna manera-dijo su madre- la clase es sagrada, irás y ya encontraremos flores, aunque sean unas humildes amapolas.
Cuando llegó la víspera se lo recordó a su madre, que parecía olvidada, no era extraño, tenía otros problemas más importantes. No le contestó, al día siguiente se levantó como siempre, se aseó y desayunó, cuando ya salía para la escuela le dijo su madre: "Carmina coge el ramo de flores que hay en un cubo en el patio,  a ver si te gustan". Cuando Carmina lo vio le salió un grito  de alegría de su garganta, era el ramo más maravilloso que jamás había visto, lirios silvestres, amarillos, blancos y morados, parecían de terciopelo. Carmina se abrazó a su madre emocionada, y le preguntó: ¿De dónde mamá, de dónde los has cogido? y ella le dijo: " Dios los puso a la orilla del rio para ti, solo había que ir con mucho amor a recogerlos"
 A dos kilómetros, pero que  son las distancias  para una madre...., solo hay amor.
Así  lo entendió la maestra que  la felicitó y le dijo ! qué lirios tan bellos.¡

           Paquita

1 comentario:

  1. Pakita, mila ezker.
    Por compartir con tus compañeros no solo este cuento,por cierto muy bonito,sino tus experiecias ,eres (al menos para mi y pienso que para todos)un ejemplo a seguir.
    Un abrazo y muxux desde la costa,del pueblo de los gitanos. PILAR.

    ResponderEliminar