Llevo ya varias veces que mis limitaciones me
obligan a renunciar a ellos. La vida se encarga de poner coto a nuestras
ilusiones y deseos.
Tuve que renunciar a dos muy importantes para
mí, entonces es cuando me di cuenta de que ni la mayor ilusión o deseo suple las
fuerzas. El primero fue el viaje a Ariége, al sur de Carcasona país o
feudo de los Cátaros, pueblo al que siempre admiré y admiro, poder pisar donde
ellos vivieron y conocer parte de su historia al natural,... pero mi salud me
lo impidió.
El segundo fue el viaje a Holanda, a
la ciudad de Delft donde vivió el pintor Johannes Vermes, pintor famoso, con
magníficos cuadros, entre ellos "La Joven De La perla", también
llamada la GIOCONDA del norte, o la joven del turbante. Es igual su
titulo, sentí mucho perderme esa oportunidad.
Yo que soy una forofa de la historia, me
conformé con oírla en segunda versión.
He sido una gran viajera, mi primer viaje
fue a Madrid desde un pueblecito de Castilla, fue como trasplantar un sauco
silvestre a un gran parque en el centro de la capital. Cuando era pequeña a
distancia veía pasar el tren, y al perderse de vista me preguntaba cual serían
los destinos de aquellas personas.
Y por circunstancias de la vida hice mi
primer viaje, y nada menos que a la vorágine de la capital del
estado, en su centro, con su circulación y ruidos de locura, a mi hermana
pequeña y a mí nos costó una depresión adaptarnos, pasados unos años viajé
a Galicia y creo que son pocas las provincias españolas que no
haya visitado, también he viajado por parte de Europa e incluso
Holanda.
Pero se acabó mi fuerza y resistencia, tengo que
decir adiós con mucha pena, pero se impone la realidad, aunque renunciar
suponga un trauma para mi, la vida manda y tengo que agradecerle las
oportunidades que me ha dado, la veré pasar mientras pueda sentada y
agradecida.
PAQUITA
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