LEVANTADO DEL SUELO

Expresar en palabras sin caer en grandilocuencias en referencia a este libro de Saramago resulta difícil o imposible. Sus relatos, palabras o metáforas  son tan perfectos y crudos que duelen. Logran que una, humilde lectora, presencie el escarnio sufrido por los personajes, cuyo pecado fue, nacer y subsistir en un medio agreste y cruel con el ser humano, sufriendo las torturas e inequidades, sobre todo por su par, el hombre, gran depredador. La vida  familiar de los Maltiempo, Sara de la Concepción, Domingo y su hijo Juan, comenzará en un vía crucis, interminable en Monte Lavre .

 Domingo, cabeza de familia, ser errante y violento, recorrerá pueblos, sin llegar a tener paz en ninguno de ellos, arrastrando a su familia, tras su propio desequilibrio. ! Pobre Sara y pobre Juan! cuyo cuerpecito se fue haciendo grueso y duro como un armadillo ,venciendo enfermedades, mugre y hambre ,quizá la vida lo preparaba para sostenerse en pie y andar el duro camino a seguir . Su madre tratará de protegerlo, pero ¿quién la protege a ella? Sara tendrá tres hijos, más bocas y almas que alimentar.  Su padre, terminará colgado de un árbol, en un último viaje desesperado, esa imagen, atormentará a Sara hasta el día de su muerte.  Pasarán los años, pero jamás la desigualdad, la ignorancia, el sometimiento de los sucesivos latifundistas, cuyo poder abarca, desde la iglesia, hasta  la policía, haciéndose hombre a  golpes, estrujando el hambre y el dolor.

Un día conocerá a Faustina, tendrán tres hijos, y sentirá que alguien muy cercano y querido comparte sus dolores y penas. Transcurrirá el tiempo ,del trabajo duro y paga escasa , haciendo frente a los que dan por hecho ,que el pobre debe ser agradecido y bajar la cabeza ,y si no la baja ,por las buenas ,hay métodos para ello ,los golpes al cuerpo ,una y otra vez, obran milagros ...

Juan ira a parar a la cárcel, sosteniéndose en sus huesos y en el valor intenso  de su mirada azul, trasfiriéndole a sus hijos su fortaleza de cuerpo y alma.

Su hija le dará una nieta, con su misma mirada, profunda, vivaz, pues los ojos de Juan, están gastados y cansados, por tanta injusticia. Continuarán la lucha, por muchos años, hasta que los viejos dolores acerquen a Juan a la muerte, rodeado de sus seres queridos, descanso al fin...

Un día después de años revueltos los personajes ya conocidos y cotidianos ,sumados a muchos otros ,ocuparán los campos abandonados de los latifundistas ,para poder trabajar ,que es lo único que saben hacer, como cientos de hormigas ,cubriendo las grandes tierras ,amparados por los que se fueron de este mundo. Como Juan el de la mirada azul y muchos más, que quedaron en el camino polvoriento del Alentejo. Cumpliendo su destino de trabajar y morir en esas duras tierras del sur de Portugal.
                                                                  Nora.