Ha llegado una brisa del sur, no esperada,
y quizá por eso, sorprendente. El papa argentino, Francisco, ha sido recibido como
un soplo de aire fresco, diferente, cercano.
Las personas que le rodean y escuchan ven en él a una persona simple ,sin riquezas
materiales, ni privilegios , como los que
estamos acostumbrados a ver y que ostentan esos grandes personajes . Quizá
él mismo, va a sufrir ese cambio, porque no es su estilo, austero y sin brillos
añadidos y aunque no sea lo suyo, deberá adaptarse al entorno o tal vez
no...
El mundo católico está esperando gestos diferentes, cambios de actitud y
sobre todo compromiso con el pueblo que sufre pobreza, marginación y guerras.
Además de enfrentarse con decisión y firmeza, los muy terribles casos de
abusos y vejaciones, que por muchos años han ocurrido, y siempre, han quedado
en una nebulosa, sin salir a la luz. Además de grandes corrupciones jamás esclarecidas.
Como se verá, este papa tiene en sus manos, una tarea titánica. ¿Logrará su cometido?,
todo aquél que le observa, le está viendo con una luz de esperanza. Debemos
darle la oportunidad y rogar que sus fuerzas, no le abandonen. El pueblo
católico le está mirando y quizá los aires del fin del mundo, le den la fuerza
que seguramente necesitará, para la gran tarea que asumirá, con toda humildad y
logre hacer florecer la ilusión del catolicismo, que espera muy
esperanzado... NORA.
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