La iglesia de San Martín pertenecía a los Templarios, pero el rey la cedió luego a la casa Balda. Esta iglesia fue incendiada en 1.318 y en ella murieron Juan Martín de Balda y su hijo, echándole la culpa a los vecinos que fueron juzgados y exculpados. Pero los abusos de los parientes mayores eran tantos que acuden al rey Enrique IV en busca de justicia.
Don Juan de Loyola abuelo de San Ignacio clavó en la muralla de Azkoitia un edicto amenazante con todos los demás señores, entre ellos los Balda. El rey que tenía fama de débil hizo justicia y pagaron cara su arrogancia, los desterró a las fronteras musulmanas y los castigó derribando las torres de sus casonas y quedando así mochadas. Esta casa de Balda fue uno de los centros de los gamboínos durante la guerra medieval de la Lucha de Bandos. Pero además de importantes guerreros en esta casa nació Doña Marina Sáez de Licona y Balda, madre de San Ignacio de Loyola.
Don Ladrón de Balda no volvió del destierro y posteriormente hubo otros problemas con el traslado de la parroquia y nuevas muertes causadas por el nuevo Balda que peregrinó a Roma para pedir perdón al Papa.
Azkoitia, a pesar de todo y poco a poco se va haciendo una zona donde las industrias y el comercio aflora, la gente del pueblo tiene fama de trabajadora, acogedora y sencilla, cuestiones demostradas en otros momentos de su historia.
Así tendríamos para seguir escribiendo mucho más, pero de momento lo dejamos aquí y seguiremos otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario